jueves, marzo 27, 2014

Ecojet cumplió el sueño de 10 maleteros del aeropuerto Viru Viru

“Padre nuestro que estás en los cielos santificado sea tu nombre”, es el rezo de José Luis Salazar, que lleva trabajando más de 12 años en la terminal aeroportuaria Viru Viru como maletero, el hombre apretaba sus manos, parecía aterrado, segundos antes de volar por primera vez en un avión. Al igual que Salazar, nueve colegas suyos aferrados a los asientos, cruzando sus dedos y apretando los dientes, esperaban que la nave alzara vuelo para iniciar una de sus mayores experiencias en las alturas.

El jet Avro RJ85 de la línea aérea Ecojet empieza a carretear sobre la faja del aeropuerto, la tensión empieza a sentirse dentro del avión; los 10 maleteros de Viru Viru, que van a bordo del vuelo 853 con destino a la ciudad de Sucre, sudaban de nervios, unos cerraban sus ojos, otros agachaban la mirada al piso. La nave aceleraba la velocidad y las ruedas del avión dejaron de tocar el suelo, los efectos de la gravedad empezaron a hacer mella en los pasajeros de lujo que llevaba a bordo.

El avión volaba a una altitud de 25.000 pies e imprime una velocidad de 380 nudos. Iban 15 minutos de vuelo, en los 10 maleteros surgía una sensación de laxitud, el semblante de miedo en sus rostros se tornaba en confianza y ya disfrutaban del placentero viaje gracias a Ecojet, que les hizo un regalo por el Día del Padre.

Transcurrían 25 minutos de vuelo y por los altavoces pidieron a los pasajeros colocarse los cinturones de seguridad, anticipando el aterrizaje en cuestión de minutos en el aeropuerto Juana Azurduy de Padilla (Sucre). La nave empezaba a descender y el semblante de miedo volvió y cubrió los rostros de los 10 maleteros, que por primera vez en sus vidas se aprestaban a vivir la experiencia de aterrizaje de un avión.

“Cuando el avión dejó de tocar tierra me arrepentí de haber elegido la ventanilla, y tanto que hice para que me dieran ese puesto”, dice uno de los maleteros, después de brindarle un fuerte aplauso al capitán de la nave por el impecable aterrizaje.

Los invitados especiales de Ecojet pensaron que la experiencia de volar concluyó en ese momento, pero se vino la mejor parte. Carlos Ruiz y Armando Aguirre, dos de los maleteros más antiguos que prestan sus servicios a los pasajeros de Viru Viru, ambos trabajan más de 30 años en la terminal aérea, fueron invitados a disfrutar de unos momentos en uno de los lugares más exclusivos del avión, la cabina de los pilotos.

La cantidad de incontables botones de todos los colores, el mapa de navegación, los medidores de velocidad y la altitud dejaron atónito al par de invitados especiales, que si no se imaginaban volar en un avión, peor ocupar la butaca del capitán de una nave.

Carlos Ruiz, que tiene tres hijos y enviudó el año pasado, empezó a mover uno de los timones del avión, y trataba de narrar la inexplicable experiencia que acaba de vivir en el viaje aéreo. “Cuando estaba despegando el avión el miedo se apoderó de mí, los nervios me hicieron pasar un mal momento, pero después nos calmamos”, confesó.

Armando Aguirre fue el otro maletero que tuvo el lujo de posar en la cabina del piloto, lleva trabajando en Viru Viru desde 1981, tiene cuatro hijos y viven junto a su esposa en el barrio Los Bosques. Después de esta experiencia, Aguirre indicó que recurrirá a sus ahorros para que toda su familia tenga la oportunidad de subirse y volar en un avión.

“Fue una experiencia muy hermosa, el vuelo fue muy suave, no se sintió nada; es increíble que en cuestión de minutos nos traslademos de un departamento a otro. Al momento del despegue, al igual que todos mis compañeros, sentí muchos nervios, pero después me fui relajando, ahora quiero que mi familia también tenga la experiencia de volar”, explicó.

Después de pasar unos momentos en Sucre, los 10 maleteros jugaban entre ellos en la sala de espera de la terminal aérea sucrense; sonreían, susurraban y se confiesaron el pánico que sintieron al volar. La delegación abordó otra vez la nave que los devolvió a Santa Cruz y les hizo realidad a todos uno de sus sueños, viajar en avión.

La línea Aérea Ecojet sorteó 11 pasajes gratuitos entre los trabajadores de la Asociación de Servicios al Pasajero (ASP), que nunca tuvieron la oportunidad de viajar en un avión. De los 11, uno faltó a la aventura aérea, Óscar Guenguer, oficialmente no se saben sus motivos; sin embargo, sus colegas, bromeaban que tuvo miedo a volar.

1 comentario:

  1. Estamos contentos por los servicios recibidos en ECOJET, en nuestro viaje de Cochabamba a Tarija, incluyendo el retorno. La atención es fina y la comodidad es buena. Los 4 motores del avion le dan mas confianza al pasajero. Román Rene Tapia F. y Lia Silvia Ocxhoa C. Felicidades sigan adelante y cubran todo el país.

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