domingo, marzo 23, 2014

Dos semanas sin rastros de la aeronave Sueños rotos por un avión

La señora Zheng Ruixian, empleada en la compañía de seguros China Life, cumplía 42 años el pasado 8 de marzo, justo el día que regresaba de Kuala Lumpur a Pekín a bordo del vuelo MH 370 de las aerolíneas de Malasia que lleva desaparecido desde entonces.

Si se confirma que los restos detectados por satélites australianos en el Océano Índico pertenecen a dicho avión, la caprichosa fatalidad habrá querido que su fecha de nacimiento y la de su muerte sean la misma. Su trágico cumpleaños es uno de los 239 dramas humanos que ha dejado el misterio del Boeing 777 de Malaysia Airlines perdido hace ya 15 días, donde la mayoría de los pasajeros, 153 personas, eran chinos.

Un doble del cine de acción. En lo suyo, que era la coordinación de los dobles en las escenas más peligrosas del cine de acción, Ju Kun también había alcanzado el éxito. En su página de Weibo, una copia china del censurado Twitter, contaba orgulloso su participación en la hermosa película de artes marciales “The Grandmasters”, del reputado cineasta hongkonés Wong Kar-wai. Acostumbrado a salir indemne de las peleas más inverosímiles, no pudo esquivar el golpe que el destino le guardaba a bordo del vuelo MH 370.

La esperanza de un matrimonio. Tampoco cumplirá sus aspiraciones el matrimonio formado por Hu Xiaoning y su esposa, Zhang Na, ambos de 34 años y naturales de Zhengzhou, capital de la provincia central de Henan. Tal y como relataba ella en su blog, la pareja tenía puestas todas sus ilusiones en su hija de tres años, a la que habían puesto de nombre Siwan, que en mandarín significa algo así como “talento con buen cuerpo”. Con cariño, la habían apodado “Panpan” (Esperanza), que es precisamente lo que sus familiares ya no tienen después de casi dos semanas sin rastro del vuelo.

Los remordimientos de una esposa. Con remordimientos tendrá que vivir el resto de sus días Zhang Jing, cuyo marido, Zhao Peng, regresaba de Singapur después de un año trabajando allí y hacía escala en Kuala Lumpur. Desde el aeropuerto, poco antes de embarcar, llamó a su mujer para verla por videoconferencia con su ordenador, pero ella le dijo que esperara al día siguiente, cuando se encontraran cara a cara, porque eran las diez de la noche y no quería despertar a su bebé. Ahora se lamenta de que jamás podrá despedirse de él.

Una aguja en un pajar. Administraciones de 26 países están implicadas en la búsqueda del avión. Se están utilizando varios aviones que rastrean el trayecto, barcos que recorren las zonas donde supuestamente pudo haber caído o análisis de imágenes obtenidas vía satélites. Pero, pese a los esfuerzos, no se ha podido dar con una pista fiable que demuestre si se trata de un secuestro o un accidente.

También, numerosos internautas se han volcado en difundir detalles e informaciones que puedan ayudar a la Policía y a los gobiernos en esta ardua tarea de buscar casi una aguja en un pajar. Desde la web Tomnod, que en las primeras horas recibió a más de 60.000 usuarios, varios voluntarios digitales analizan, píxel por píxel, imágenes de alta resolución proporcionadas por Digital Globe.

A pesar de la increíble tecnología que la sociedad ha desarrollado, de momento sigue siendo imposible que un Boeing 777-200 con 239 personas a bordo desaparezca como de la nada.

Detalles
Quince días de teorías y especulaciones

Hipótesis. Secuestro, terrorismo, Triángulo de las Bermudas, fallas mecánicas, humanas, y hasta extraterrestres se han inmerso en la telaraña de especulaciones que se han tejido en torno a la misteriosa desaparición del Boeing 777-200.

Pista. Si fuera obra de secuestradores, una máquina de esas características necesita una pista de al menos 2 kilómetros.

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