domingo, julio 14, 2013

El accidente aéreo más grande de su época

EN ESTADOS UNIDOS | UN BOLIVIANO PROTAGONIZÓ UNA DE LAS MAYORES TRAGEDIAS AÉREAS.

Hace aproximadamente 64 años, un avión de Eastern Airlines con 55 personas a bordo se aprestaba a tomar tierra en el aeropuerto National de Washington, en un vuelo que procedía de Boston. Simultáneamente, un pequeño caza efectuaba similar aproximación a esa pista, produciéndose lo inevitable: un choque que hizo que las dos aeronaves se estrellen. Murieron todos los ocupantes del avión comercial, en lo que en ese momento fue el peor accidente del la historia de la aviación mundial, mientras el piloto militar resultó gravemente herido. La magnitud del desastre conmocionó al mundo entero y tuvo especial impacto en Bolivia, puesto que al mando de ese veloz caza se encontraba Erick Ríos Bridoux, capitán de la Fuerza Aérea Boliviana, quien precisamente realizaba maniobras de prueba para traer luego la nave a nuestro país. Nunca llegaron a establecerse con precisión las causas y responsabilidades del accidente, pero, luego de restablecerse y ser sometido a un proceso, el aviador boliviano retornó al país

REGISTRO DE LOS HECHOS

De acuerdo a relatos de la época, los hechos se registraron de la siguiente manera.

El 1º de noviembre de 1949, Eastern Airlines efectuaba su vuelo 537 con un avión Douglas DC-4, matrícula N N88727, en ruta de Boston, Massachusetts a Washington D.C., vía puntos intermedios. El avión matrícula NX-26927, un Lockeed P-38 Lightnig, se encontraba efectuando un vuelo de prueba para ser aceptado por el Gobierno de Bolivia. El piloto era el Cap. Erick Ríos Bridoux de la Fuerza Aérea Boliviana. Las dos aeronaves chocaron en el aire, a una altitud de 300 pies, aproximadamente media milla al sureste del umbral de la pista 3 del National Airport de Washington, causando la muerte de los 55 ocupantes del DC-4 y el piloto del P-38 resultó seriamente herido.

Los controladores de torre, que estaban de tuno ese día, testificaron que el piloto del P-38 despegó de la pista 3, viro por izquierda hacia el norte del Pentágono, circuló sobre Arlington y retornó solicitando autorización para aterrizar debido a fallas en un motor. La torre lo autorizó a ingresar al patrón de tráfico por izquierda, pero en lugar de esto, voló hacia el sur del aeropuerto e ingresó en una aproximación directa al mismo tiempo que el vuelo 537 estaba virando para ingresar a final corto. Entonces, el controlador llamó al vuelo 537 ordenándole que vire a la izquierda; el avión inició el viraje, pero para entonces el P-38, siendo considerablemente más rápido que un DC-4 sobrepasó al avión media milla al suroeste del umbral de la pista 3.

El DC-4 fue partido en dos por la hélice izquierda del P-38, justo delante del borde de ataque del ala. La parte trasera del DC-4 cayó a tierra en la orilla oeste del río Potomac; otras piezas fueron encontradas en Alexandria, Virginia, en el patio de la estación del ferrocarril Richmond, Frederiksburg & Potomac y en un paso a nivel cerca del patio mencionado. La sección delantera del DC-4 y el P-38 cayeron al río Potomac.

En su edición del 2 de noviembre de 1949, el periódico Herald-Press de St. Joseph (Michigan) publica lo siguiente:
“Muchas horas después de la colisión en el aire entre un transporte de pasajeros de Eastern Airlines y un avión de caza boliviano, hoy continúa la búsqueda, bajo la luz de reflectores, de los nueve cuerpos cuyos restos aún no se habían recuperado”.

“Miembros del Congreso, muy afectados por la pérdida de un colega (el demócrata George J. Bates), prometieron una completa investigación sobre la seguridad aérea. La Civil Aeronautics Board (Junta de Aviación Civil) dijo que las audiencias para determinar la causa del accidente comenzarían en los próximos días. También la aerolínea programó una investigación por su cuenta. El desastre ocurrió cuando el DC-4 se dirigía hacia el National Airport para aterrizar, muy poco antes del mediodía, volando aproximadamente a 300 pies.

“En el patrón de tráfico, pidiendo instrucciones para aterrizar apareció el avión caza bimotor P-38, piloteado por el aviador boliviano Erick Rios Bridoux que estaba efectuando un vuelo de prueba del avión que había sido adquirido de los Estados Unidos.

“Un operador de la torre de control, que se encontraba apenas a media milla de distancia, vio como el P-38 bajaba hacia el DC-4; gritó por la radio una advertencia al piloto boliviano de 28 años, pero el P-38 continúo acercándose. Entonces la torre indicó frenéticamente la situación al piloto del DC-4. El piloto del DC-4 desvió la gran aeronave de su trayectoria, pero muy tarde. El piloto del avión caza lo embistió desde arriba y del costado. El DC-4 se partió en dos. Cuerpos y restos cayeron al agua y a lo largo de la orilla del Potomac”.

El sargento de la Fuerza Aérea americana, Morris J. Flounlacker, sacó del Potomac a Ríos Bridoux justo cuando el piloto perdió el conocimiento. En el hospital de Alexandria los doctores encontraron que tenía la espalda rota, costillas aplastadas y contusiones serias.Ríos Bridoux contradijo el testimonio de los controladores de la torre cuando habló con los investigadores de la Civil Aeronautics Board. Indicó que despegó de la pista 36, que había estado en constante contacto con la torre, que había sido explícitamente autorizado para aterrizar en la pista 3, bajo el código de llamada “Bolivian 927”.

Dado que Ríos Bridoux hablaba y entendía bien el inglés, se pensó que las dificultades idiomáticas no tuvieron nada que ver en el accidente. La Civil Aeronautics Board también determinó que los controladores fallaron al no ejercer la debida vigilancia, al no notificar a los pilotos del vuelo 537 de la situación crítica de tráfico que se estaba generando. No obstante, el informe también manifestó que aunque el vuelo 537 hubiera recibido una advertencia con antelación respecto a la posición del P-38, hubiera sido tarde para evitar el accidente, debido a que las acciones de Ríos Bridoux dejaron muy pocos segundos para que el vuelo 537 pudiera virar. Entre los fallecidos en el vuelo 537 estaban el diputado George J. Bates, la caricaturista Helen E. Hokinson del New Yorker y el ex diputado Michael J. Kennedy. A su retorno a Bolivia, después de su recuperación en Estados Unidos, Ríos Bridoux se retiró de la Fuerza Aérea y se incorporó a la Corporación Boliviana de Fomento (CBF) como piloto de aviones C-46 y B-17. Posteriormente tuvo un servicio de taxi aéreo y adquirió aviones para realizar vuelos ferry entre Bolivia y Estados Unidos. Finalmente impartió instrucción de vuelo en diferentes escuelas de aviación del país.

Falleció en La Paz a fines de la década de los 90. (MR-AA).


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