domingo, julio 08, 2012

Líneas aéreas se equipan para cubrir demanda

Nuevas inversiones en infraestructura, ampliación de frecuencias y horarios, requerimiento de personal y alquiler de nuevas aeronaves son algunas de las medidas que ya comenzaron a implementar las líneas aéreas privadas Amaszonas y Aerocon y la estatal Boliviana de Aviación (BoA) para satisfacer la sobredemanda de vuelos en rutas nacionales e internacionales del país.

Ese movimiento en el mercado aéreo del país se debe al vacío dejado por la empresa AeroSur, desde mayo pasado, cuando la aerolínea suspendió sus operaciones.

La crisis económica de la aerolínea se hizo evidente en febrero, pero los vuelos fueron suspendidos el 21 de mayo pasado y, desde entonces, alrededor de 628 mil pasajeros que usaban con frecuencia sus servicios en rutas nacionales, así como 416 mil usuarios en rutas internacionales, confrontaron dificultades, tanto económicas como de horarios, debido a que tuvieron que cambiar de línea aérea para desarrollar sus actividades, según estadísticas de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

La empresa Aeronavegación Comercial de Oriente Norte, comercialmente conocida como Aerocon, transportó el año pasado a aproximadamente 107.995 pasajeros (7 por ciento del mercado aeronáutico nacional) con nueve aeronaves Metro Fairchild de 19 pasajeros a las ciudades de Cobija, Riberalta, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija y Yacuiba.

Esta semana, incorporó a su oferta la ruta Sucre-La Paz con dos frecuencias de ida y vuelta, en la perspectiva de copar hasta fin de año el 12 por ciento del mercado nacional y prevé reforzar su flota.

“Hasta fin de año tenemos previsto incorporar dos aeronaves más para fortalecer rutas actuales y atender nuevos destinos nacionales, si es que los aeropuertos se habilitan como dijo el Gobierno”, sostuvo el jefe nacional de Marketing de Aerocon, Nelson Kinn Monje.

Por su parte, Amaszonas, que el año pasado cubrió el 2 por ciento del mercado aeronáutico nacional con dos aeronaves que transportaron 33.810 pasajeros, implementó un agresivo plan de expansión al alquilar para este año cinco aeronaves Bombardier CRJ-200, con capacidad para 50 pasajeros, destinados a reforzar las rutas turísticas en La Paz, Rurrenabaque, Uyuni y Trinidad.

Anunció también que desde el 12 de julio tendrá tres frecuencias diarias entre Santa Cruz y La Paz y desde el 26 de julio un vuelo diario a Tarija y Sucre.

“Este año esperamos alcanzar un 20 por ciento de participación en el mercado nacional”, señaló el gerente general de Amaszonas, Luis Vera.

La estatal BoA, que el año pasado transportó algo más de 720 mil pasajeros, equivalente al 49 por ciento del tráfico nacional aéreo, tiene previsto incorporar una aeronave Boeing 737-300 con capacidad para 138 pasajeros hasta mediados de julio y otra de las mismas características hasta fines de agosto, en sus rutas nacionales.

Adicionalmente, se tiene previsto mejorar infraestructura y ampliar frecuencias y horarios.

El gerente general de BoA, Ronald Casso, informó que las medidas dispuestas tienen el propósito de cubrir la alta demanda existente y superar el promedio mensual de la empresa (124 mil pasajeros) hasta fin de año.



CRECE NÚMERO DE USUARIOS

Cada día que pasa crece la cantidad de viajeros que opta por el transporte aéreo para sus actividades.

Estadísticas de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) refieren que el movimiento de usuarios en rutas internacionales, por ejemplo, se incrementó de 836.558 pasajeros transportados el año 2007 a 1,16 millones transportados el año pasado; mientras que en rutas nacionales, en 2007 se transportaron 1,09 millones de pasajeros y la cifra para 2011 creció a 1,49 millones.

AEROSUR, ASFIXIADA POR DEUDAS

Esta semana, el Gobierno señaló que la deuda de la empresa AeroSur sobrepasa los 450 millones de dólares.

La empresa tiene aproximadamente 40 acreedores, privados y públicos, entre ellos Impuestos Internos, Entel, ATT, hoteles, proveedores, trabajadores, el expresidente Humberto Roca y varios socios, que esperan recuperar lo que se les adeuda, mediante procesos penales ordinarios o por quiebra fraudulenta, que privilegiaría la cancelación de salarios y beneficios sociales a los trabajadores.

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